A tiempo a las 8 y media suena el despertador... Tengo que apagarlo muy rápido, porque algunos compañeros de cuarto en mi dormitorio celebraron larga y extensamente anoche. Deben continuar durmiendo tranquilamente, después de todo, tienen vacaciones.
Temprano en la mañana es muy tranquilo en Pariwana. Me encanta este hostal: la ubicación justo en Miraflores es genial, hay un bar en la azotea con un delicioso restaurante y hay algo que hacer aquí todas las noches. He sido un huésped aquí desde mi primera estancia en Perú y por lo tanto me siento muy en casa incluso en países extranjeros.
A las 9 en punto nos dirigimos al mercado de Gamarra. En la calle, deténgase para tomar un taxi y muy importante: botones hacia abajo, ventanas hacia arriba, porque el mercado está ubicado en el distrito "La Victoria", que se considera uno de los más peligrosos de Lima. Después de una agradable charla con el taxista, generalmente sobre la comida peruana o los futbolistas peruanos en la Bundesliga, es hora de salir. ¡Bienvenido al ajetreo salvaje y el bullicio!
El mercado es tan grande como un distrito entero en Alemania. En una zona hay materiales, en otras calles ya se venden productos terminados. Pregoneros del mercado, limpiadores de botas, cambistas: todos cavort aquí para ofrecer sus servicios en voz alta.
Saco mi lista de la compra. Sobre ella suelen estar telas, botones, bordes decorativos, cremalleras y otros materiales. En las galerías de varios pisos, los productos se venden en pequeñas parcelas. Al comienzo de mi viaje, siempre me dejo llevar por algo y miro de cerca la oferta. A veces veo una tela particularmente hermosa y luego espontáneamente se me ocurre una idea de producto.
Prefiero estar en la Galería Victoria. Aquí es donde trabaja Jesús, con quien creo los diseños que luego se blasonan como impresión o bordado en nuestros productos. Si no sé dónde encontrar un determinado producto o algo sale totalmente mal, él siempre está a mi lado con ayuda y consejos.
El almuerzo se sirve en el Parque Cánepa, una especie de patio de comidas. La oferta vegetariana es bastante limitada, pero algunas tiendas ya me conocen y mis deseos adicionales :)
Después de que todo está arreglado, salgo del mercado y me subo a un microbús a Villa El Salvador, otro distrito de Lima. Realmente disfruto el viaje diario sobre la Panamericana.
Especialmente cuando obtengo uno de los dos asientos al lado del conductor del autobús. Después de aproximadamente una hora de conducción he llegado a mi destino, la "Curva del diablo". Ahora un corto paseo, luego llego a Daniel's. Vive en un hogar multigeneracional, donde siempre pasa algo. En la planta superior ha montado su estudio. Aquí ya me está esperando con su novia Cecilia.
Muestro con orgullo lo que obtuve en el mercado. Y luego afinar los diseños y coser lo que puedan. Aquí hay un caos creativo.
Por la noche Daniel me acompaña al Microbús y después de aproximadamente una hora en coche llego de regreso a Miraflores, donde trato de relajarme y disfrutar de mi ;)
Pünktlich um halb 8 klingelt der Wecker... Den muss ich sehr schnell ausschalten, denn einige Zimmergenossen in meinem Dorm haben gestern Nacht lang und ausgiebig gefeiert. Sie sollen ruhig weiterschlafen, schließlich haben sie Urlaub.
Früh morgens ist es richtig ruhig im Pariwana. Ich liebe dieses Hostel: die Lage direkt in Miraflores ist super, es gibt eine Rooftop-Bar mit leckerem Restaurant und hier ist jeden Abend etwas los. Hier bin ich schon seit meinem ersten Peru-Aufenthalt zu Gast und so fühle ich mich auch in der Fremde sehr heimisch.
Um 9 geht’s los auf den Markt nach Gamarra. Auf die Straße, Taxi anhalten und ganz wichtig: Knöpfchen runter, Fenster hoch-denn der Markt liegt im Stadtteil „La Victoria“, der als einer der gefährlichsten Limas gilt. Nach einem netten Plausch mit dem Taxifahrer - meist über das peruanische Essen oder die peruanischen Fußballer in der Bundesliga- heisst es aussteigen. Willkommen im wilden Getümmel!
Der Markt ist so groß wie ein ganzer Stadtteil in Deutschland. In einem Bereich gibt es Materialien, in anderen Straßenzügen werden schon fertig produzierte Waren verkauft. Marktschreier, Stiefelputzer, Geldwechsler-alle tummeln sich hier, um lauthals ihre Dienstleistungen feilzubieten.
Ich zücke meine Einkaufsliste. Auf der stehen meist Stoffe, Knöpfe, Zierborten, Reißverschlüsse und andere Materialien. In den mehrstöckigen Galerien werden in kleinen Parzellen die Waren verkauft. Am Anfang meiner Reise lasse ich mich immer erstmal etwas treiben und schaue mir das Angebot genau an. Manchmal sehe ich einen besonders schönen Stoff und dann kommt mir spontan eine Produktidee.
Am liebsten bin ich in der Galeria Victoria. Hier arbeitet Jesús, mit dem ich die Designs gestalte, die später als Druck oder Stickerei auf unseren Produkten prangen. Wenn ich mal überhaupt nicht weiß wo ich ein bestimmtes Produkt finden soll oder irgendetwas total schief geht, steht er mir immer mit Rat und Tat zur Seite.
Mittagessen gibt es im Parque Cánepa, einer Art Foodcourt. Das vegetarische Angebot ist zwar ziemlich beschränkt- aber einige Läden kennen mich und meine Extrawünsche schon:)
Nachdem alles besorgt ist verlasse ich den Markt und steige in einen Microbus nach Villa El Salvador, einem anderen Stadtteil Limas. Ich genieße die tägliche Fahrt über die Panamericana richtig.
Besonders wenn ich einen der beiden Plätze neben dem Busfahrer ergattere. Nach einer knappen Stunde Fahrt habe ich mein Ziel, die „Curva del diablo“ - die Teufelskurve - erreicht. Nun noch ein kleiner Fußmarsch, dann komme ich bei Daniel an. Er wohnt in einem Mehrgenerationen-Haushalt, wo immer etwas los ist. Im Obergeschoss hat er sich sein Atelier eingerichtet. Hier wartet er schon mit seiner Freundin Cecilia auf mich.
Ich zeige stolz, was ich auf dem Markt ergattert habe. Und dann feilen an den Entwürfen und nähen, was das Zeug hält. Hier herrscht kreatives Chaos.
Am Abend begleitet Daniel mich dann noch zum Microbus und nach ungefähr einer Stunde Fahrt komme ich wieder in Miraflores an, wo ich versuche entspannt meinen Feierabend zu genießen ;)